Y te dejaré [arrojado] al desierto, a ti y a todos los peces de tus ríos; sobre el campo caerás; no serás reunido ni recogido; te he dado para comer a las bestias del campo ya las aves del cielo.

Ver. 5. Y te dejaré arrojado al desierto. ] Como los peces, cuando son capturados, son arrojados a la tierra seca, y allí mueren: porque ¿cómo ha de vivir un pez de su propio elemento? Puede ser que los caldeos lucharon contra Faraón y sus fuerzas en el desierto, lo mataron y lo expulsaron sin enterrar, lo que los paganos sintieron una gran infelicidad: porque pensaban que sus fantasmas no podían pasar el río Estigia, sino que debían vagar por los desiertos del infierno. a menos que sus cadáveres fueran enterrados.

Te he dado por comida. ] La carne de ballena no vale más.

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