Además, el príncipe no tomará la heredad del pueblo por opresión, para echarlos de su posesión; [pero] él dará a sus hijos heredad de su propia posesión, para que mi pueblo no sea esparcido cada uno de su posesión.

Ver. 18. Para echarlos de su posesión. ] A tales príncipes les sobrevienen malos accidentes, que parecen tener un poder absoluto, ser demasiado resueltos en la voluntad o disolutos en la vida; oprimiendo a sus súbditos para enriquecer a sus sirvientes y parásitos.

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