Y él le dijo: Llévame una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.

Ver. 9. Llévame una novilla, etc. ] Aquí Dios le ordena un sacrificio intenso, y luego lo arroja a un sueño terrible; mejor para prepararlo para recibir el oráculo subsiguiente, y para enseñarle que no debe precipitarse precipitadamente sobre los misterios divinos. Los paganos podrían decir: Non loquendum de Deo absque lumine ; una que es, sin premeditación y consideración aconseja.

un Pitágoras

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