Y se dijeron unos a otros: He aquí, viene este soñador.

Ver. 19. He aquí, este soñador. ] Este capitán soñador, o este arquitecto de sueños. Una burla lasciva y, además, una cruel calumnia. La envidia, para que hiera o mate, no le importa cuán verdadero o falso sea, eso, alega: generalmente agrava el asunto más allá de la verdad, hacer daño, como aquí. Sus corazones eran tan grandes, hinchados por el despecho y el bazo, que no podían llamarlo por su nombre, sino "este soñador".

"Entonces los fariseos llamaron a nuestro Salvador," este hombre ". Lucas 23: 2 Y" los judíos lo buscaron en la fiesta, y dijeron: ¿Dónde está? "- εκεινος - Joh 7:11 No pudieron encontrar en sus corazones para Di: ¿Dónde está Jesús? Como Saúl no preguntó por David, sino por "el hijo de Isaí", a modo de desprecio. Cristo les dice a sus discípulos que los hombres, al odiarlos, echarán fuera sus nombres para el mal, por causa de él. Luk 6:22 Sus personas deben ser proscritas, y sus nombres borrados, como indignos de respirar el aire común.

Eso como cuando le damos nombres a los bebés recién nacidos; así que cuando no podemos darnos el lujo de mencionar el nombre de un hombre, demuestra que lo deseamos fuera del mundo: un Nomine Christianorum deleto, qui Remp. ejercitante. De modo que aquellos sanguinarios tiranos de los tiempos primitivos anunciaron el triunfo de antemano y grabaron la victoria que nunca consiguieron, sobre pilares de mármol. Ubicunque invenitur nomen Calvini, deleatur, dice el Index Expurgatorius.

Después de la muerte de Stephen Brune, el mártir, sus adversarios le ordenaron que gritara, que nadie lo volviera a mencionar, bajo pena de herejía. b Así que en los días de la reina María, un Tooly, ahorcado por delito grave, por desafiar al Papa, fue, después de su muerte, suspendido y excomulgado; y se le dio un mandato estricto, que ningún hombre debería comer ni beber con él; o si alguien lo encuentra por el camino, no debe desearle buenos días ni llamarlo por su nombre. c No en vano, sin duda, nuestro Salvador, en señal de sincera reconciliación, exige que los hombres saluden a sus enemigos y los llamen amistosos por sus nombres. Mateo 5:47

a Sic apud Latinos dicebantur capitis diminutionem pati, qui ex albo a censoribus expungebantur.

b Act. y Mon., fol. 820.

c Ibidem, fol. 1439.

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