Ven, pues, ahora, y matémoslo y echémoslo en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños.

Ver. 20. Y diremos. ] Entonces consultan, para cubrir su asesinato con una mentira. Un pecado admitido da paso a otro. El que ha caído de un peldaño de la escalera del infierno, no sabe dónde se detendrá, hasta que se rompa el cuello por la parte inferior.

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