Y vio su señor que el SEÑOR estaba con él, y que el SEÑOR hacía prosperar en su mano todo lo que hacía.

Ver. 3. Y su amo vio. ] Aunque no conocía a Dios, reconocía que Dios era el dador de prosperidad y que la piedad le agrada. Esto entró en sus sentidos, pero no obró con bondad en su corazón.

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