Y se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín y lloró; y Benjamín lloró sobre su cuello.

Ver. 14. Y cayó sobre su hermano, etc. ] El pueblo de Dios no son estoicos insensatos ni Nabals pedernales; pero tienen afectos naturales en ellos, como los demás; sí, por encima de otros, que han desterrado la buena naturaleza y pueden llorar tan poco como las brujas. El enemigo ha detenido los pozos y detenido los cursos de agua, como Holofernes: ¿qué le impedirá ahora tomar la ciudad?

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