Apresúrate, sube a mi padre y dile: Así ha dicho tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; desciende a mí, no te detengas.

Ver. 9. Desciende a mí, no te detengas. ] Parece que Cristo envía desde los cielos y nos dice de la misma manera: Dios me ha hecho Señor de todo; ven a mí, no te detengas. Si el rey nos llamara a la corte, con la única condición de tener y disfrutar de los placeres y tesoros que se pueden tener, el viejo Jacob nunca fue tan voluntariamente a Egipto, como para aceptar y abrazar con gusto tal moción.

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