Y su padre rehusó, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé: él también llegará a ser un pueblo, y él también será grande; pero verdaderamente su hermano menor será mayor que él, y su la semilla se convertirá en multitud de naciones.

Ver. 19. Y su padre se negó y dijo. ] Aquí padre e hijo están divididos en materia de ceremonia, como observa el obispo Babington. Esta ha sido una disputa antigua, desde la misma cuna de la Iglesia cristiana. Los judíos convertidos defendieron firmemente una mezcla de Cristo y Moisés. A sus ritos los llamaban "los rudimentos del mundo"; Col 2: 8 porque los consideraban tan necesarios como los cuatro elementos del mundo; o como las primeras letras del libro, para educar al pueblo de Dios.

Poco después, ¡qué disputa hubo entre los cristianos primitivos, incluso hasta los golpes y el derramamiento de sangre, sobre el tiempo de la celebración de la Pascua, y otras nimiedades y sutilezas similares! San Agustín se queja de que en su tiempo la Iglesia, a la que la misericordia de Dios tendría que estar en libertad, estaba tristemente oprimida con muchas cargas y servidumbres de esta manera; de modo que la condición de los judíos era a este respecto más tolerable, pues estaban sometidos por mandatos legales y no por presunciones humanas.

a ¿Qué habría dicho este padre en las siguientes ocasiones, bajo el ascenso y reinado del Anticristo? donde la formalidad de la adoración de Dios había devorado por completo la realidad de la misma, como las vacas flacas de Faraón lo hacían con las más gordas; y sacó su corazón, como la hiedra se alimenta del roble en el que crece. Nuestros heroicos reformadores, Lutero, Zuinglio, etc., podaron y recortaron estos lujos en su mayor parte; lo que hizo que John Hunt, un católico romano, en su humilde apelación al Rey James, blasfemara así: - El Dios de los protestantes es el Dios más descortés y maleducado de todos los que han llevado el nombre de dioses sobre la tierra; sí, peor que Pan, dios de los payasos, que no puede soportar ceremonias ni buenos modales.

b Pero, sin embargo, qué doloroso revuelo hubo, acerca de estos indiferentes, entre Lutero y Carolostadius, en Wittenberg; entre los doctores de Magdeburgo y Leipsic, Anno Dom. 1549; c y entre Calvino d y sus auditores de Ginebra, sobre las tortas de barquillo en la comunión; en la medida en que se vio obligado a salir de la ciudad hasta que hubiera cedido, deberían usarse, aunque nunca le gustaron, pero podría haber deseado lo contrario.

Quién no sabe qué frascos y ardor de corazón hubo aquí entre Ridley y Hooper, dos obispos piadosos, en la época del rey Eduardo VI, sobre gorro y sobrepelliz. Nunca pudieron ponerse de acuerdo hasta que se conocieron en la cárcel; y luego la miseria engendró la unidad; entonces podrían lamentarse de todo corazón por sus anteriores disensiones sobre asuntos que ya no tienen importancia. Peter Martyr encomienda al cuidado de la reina Isabel e que los gobernadores de la iglesia se esfuercen por no llevar el evangelio a Inglaterra en el carro de ceremonias innecesarias.

Por su consejo, entre otros, en los días del rey Eduardo VI, algunas personas que luchaban por una imagen, otras por otra, el rey derribó todos esos bloques de Balaam. Y el mismo día y hora en que la Reforma ordenada por el Parlamento fue ejecutada en Londres mediante la quema de imágenes idólatras, los ingleses pusieron en fuga a sus enemigos en el campo de Musselburgh, como bien ha observado el señor Fox. F

a Queritur Aug. suo tempore Ecclesiam, quam misericormdia Dei esse liberam voluit & c. - Pareus, en Mateo 15:2 .

b La marca de la bestia del Dr. Sheldon ., ep. ded. Scultet. Anular.

c Alsted., Chron., pág. 550.

d Beza, en Vita.

e Epist. 36, ad Reg. Elizabeth.

f Act. y lun.

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