Y sucederá en aquel día que llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías.

Ver. 20. Llamaré a mi siervo Eliaquim. ] Los que honran a Dios, ciertamente serán honrados. Él los llamará a ella, ¿quién más elegiría vivir y morir en su secreto satisfecho de sí mismo, como cuando la dulce violeta crece cerca del suelo, cuelga la cuenta hacia abajo y, además, se esconde con sus propias hojas?

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