El SEÑOR me mostró, y he aquí dos cestas de higos fueron colocadas delante del templo del SEÑOR, después que Nabucodonosor rey de Babilonia se llevó cautivo a Jeconías hijo de Joacim rey de Judá, y a los príncipes de Judá, con carpinteros y herreros, de Jerusalén, y los había traído a Babilonia.

Ver. 1. El Señor me mostró. ] Tanto al mostrar como al decir, Dios ha manifestado alguna vez su mente a su pueblo; tanto por la palabra visible como por la audible, como en los sacrificios y sacramentos, para su mejor confirmación en la fe.

Y he aquí dos cestas. ] Dodaim, llamado así de dodim, pechos, porque estas dos cestas se parecían a dos pechos.

Fueron puestos delante del templo. ] O visualmente, o realmente allí establecido; ya sea que se presente como primicia, como Deuteronomio 26: 2, o que se ponga a la venta en tal lugar público.

Ante el templo. ] Para mostrar que los judíos de ambos tipos se glorificaron en el mismo Dios, pero fueron considerados de manera diferente por él y, en consecuencia, sentenciados.

Después de eso, Nabucodonosor. ] Esto entonces le fue mostrado a Jeremías sobre el comienzo del reinado de Sedequías.

Había llevado cautivo a Jeconiah. ] Quien, por tanto, y desde entonces se llamaba Jeconías Asir, 1Cr 3:16, es decir, Jeconías el Prisionero. Era un príncipe malvado y, por tanto, escrito sin hijos y amenazado con la deportación. Jer 22:30 Sin embargo, porque por consejo del profeta Jeremías se sometió a Nabucodonosor (quien lo llevó a Babilonia, donde, dicen los rabinos, se arrepintió y, por lo tanto, fue finalmente adelantado por Evilmerodah, como Jer 52:31) , él y su compañía están aquí consolados y declarados más felices, aunque parezca lo contrario, que los que continuaron todavía en la tierra; y esto, dicen los hebreos, un no se ha establecido oscuramente adelante también por esos dos cestas de higos, de lo cual, lo que fue peor mostró mejor, y el otro mostró el peor, hasta que llegaron a ser probado.

Con los carpinteros, ] O, Artesanos. 2 Reyes 24:14 ; 2 Reyes 24:16

Y herreros. ] Heb., Cerradores - es decir, algunos, orfebres, cuyo trabajo es engastar piedras en oro; y éstos, así llevados, son como un tipo de tales, dice Oecolampadius, que son arrepentidos y pacientes hasta que el Señor vuelva a convertir su cautiverio como los arroyos del sur.

a Raban., Hugo., Lyra.

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