Y ahora, pues, así ha dicho Jehová, Dios de Israel, acerca de esta ciudad, de la cual vosotros decís: En mano del rey de Babilonia será entregada a espada, con hambre y con pestilencia;

Ver. 36. Y ahora, por tanto. ] O, Sin embargo, ahora, cuando Dios entra así con su non-obstante, ¿qué no puede hacer?

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