Ebedmelec salió de la casa del rey y habló al rey, diciendo:

Ver. 8. Ebedmelech. ] No más siervo del rey (así que su nombre significa) que de Dios. José de Arimatea fue otro de esos que se acercó valientemente a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. La fe apaga y mata el miedo desconfiado.

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