Y vosotros, de cualquier modo, guardaos de la cosa anatema, no sea que os hagáis anatema, cuando toméis de la cosa anatema, y ​​hagáis del campamento de Israel una maldición y la turbéis.

Ver. 18. Guardaos de la cosa maldita. ] Esta fue una advertencia justa para ese repugnante pecador Acán; pero Dεινος και παντολμος της φιλοχρηματιας ερως, la codicia es mortal, atrevida y desesperada, dice Isidor Pelusiot. a

a Lib. iii. epist. 24.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad