Y sucederá que cuando hayáis tomado la ciudad, prenderéis fuego a la ciudad: según el mandamiento del SEÑOR haréis. Mira, te lo he mandado.

Ver. 8. Prenderéis fuego a la ciudad. De este fuego podemos decir, como Heródoto de Troya, incendiado por los griegos, que sus cenizas y cenizas fueron puestas ante los ojos de los hombres, como ejemplo de esa regla segura. Los grandes pecados tienen grandes castigos de parte de Dios; una de la cual el es el de Job: "¿No es la destrucción de los malvados? Y extrañamiento para los que obran iniquidad?" Trabajo 31: 3

a Tων μεγαλων αδικηματων μεγαλαι εισι και αι πιμωριαι παρα του Yεου. - Herodes.

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