Yo he venido como luz al mundo, para que todo aquel que en mí cree no permanezca en tinieblas.

Ver. 46. He venido como luz al mundo ] No solo por participación (como los apóstoles eran las luces del mundo, Mat 5:14) sino por naturaleza. Cuán prodigiosamente blasfemo fue entonces ese obispo en el Concilio de Trento, que (en su oración allí hizo) aplicó este texto al Papa, que en ese momento era Pablo III, un odioso hipócrita. (Cornel. Episcop. Bipontin.)

Que todo aquel que en mí cree, etc. ] Y el que de esta manera busca el reino de los cielos, debe, con él en Justino, buscar este Sol de justicia en el occidente; es decir, (acostado sobre el altar de su cruz: así se convertirá en rey del cielo (Stratonis servus, ap. Justino).

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