vengo luz al mundo.

Era el oficio de Cristo aclarar todas las cosas. Su misión y persona iluminan los misterios de nuestro ser y destino cuando se ven en su plenitud. En muchos aspectos lo es. Sol. Aquellos que permanezcan en su luz verán resueltas sus dudas, se aclararán los misterios y las nubes se alejarán del futuro. Es interesante e instructivo comparar los diversos títulos y símbolos que el Salvador se aplica a sí mismo en este Evangelio.

Además del Hijo del Hombre, el Cristo y el Hijo de Dios, que son comunes a todos los Evangelios, usó las siguientes designaciones:. soy el Pan de Vida (6:35);. soy la Luz del mundo (8:12 y en este pasaje);. soy la Puerta de las ovejas (10:7);. soy el Buen Pastor (10:11);. soy la Resurrección y la Vida (11:25);. soy el Camino, la Verdad y la Vida (14:6);. soy la Vid Verdadera (15:1).

Cada uno de estos símbolos transmite. verdad diferente y vital acerca de su naturaleza o misión. Además de estos, se describe a sí mismo siete veces, cinco en sus discursos públicos y dos a sus discípulos, mediante la profunda y elevada frase "Yo soy", cuyo significado. han discutido en otro lugar. Ver nota en 8:58.

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