Trajeron a los fariseos al que antes era ciego.

Ver. 13. Lo llevan a los fariseos] ¿Quién debería haberse sentido movido por el milagro a pensar mejor en el que lo hizo? y haber informado mejor a los que les trajeron el hombre, con qué ánimo. Pero habían concebido un prejuicio tan incurable, un odio tan mortífero contra Cristo, que lo que hizo, lo condenaron en la actualidad, como lo hizo George, el duque de Sajonia, la reforma de Lutero, como los monjes de Mentz, la reforma iniciada allí por Hermanus, su arzobispo, profesando que preferirían recibir el mahometanismo que someterse a esa nueva religión, como la llamaron; como Felipe, rey de España, preferiría no tener súbditos que súbditos luteranos; y por un celo ciego y sanguinario, permitió que su hijo mayor, Carlos, fuera asesinado por la cruel Inquisición, porque parecía favorecer la verdad.

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