Ahora, pues, te ruego que tengas cuidado y no bebas vino ni sidra, y no comas nada inmundo.

Ver. 4. Ahora pues, te ruego que tengas cuidado. ] Ya que él debe alimentarse de ti, tanto en el útero como en los pechos; ya que la santificación de tu hijo debe comenzar por ti mismo; Ten cuidado, por tanto, por él, y acéptalo a la abstinencia y la sobriedad de un niño. Vea también que él nutra su cabello, que es la corona de su condición de nazareo, Números 6: 1-27 y que no venga a los funerales, etc.

Quintiliano exige en él que sea orador, que por sus padres, enfermeras, asistentes, se habitúe a las mejores palabras bien pronunciadas, y eso desde su infancia; para que pronto se convierta en Vir bonus dicendi peritus, un hombre bueno y de buen hablar. ¡Cuánto más requisito es esto para un magistrado o un ministro!

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad