Y lo persiguió Abimelec, y él huyó delante de él, y muchos fueron derribados [y] heridos [hasta] hasta la entrada de la puerta.

Ver. 40. Y huyó ante él. ] A pesar de sus grandes alardes y su insolente desafío. Los que más se alabe tienen frecuentemente el menor valor: como esas criaturas que tienen los mayores corazones de carne son los más timoratos, como el ciervo, pantera, liebre, un & c.

un Diod.

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