Con el fin de que los hijos de Israel traigan sus sacrificios, que ofrecen en campo abierto, para llevarlos al SEÑOR, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote, y ofrecerlos [por ] ofrendas de paz al SEÑOR.

Ver. 5. Al sacerdote. ] Nadie puede ofrecer su propio sacrificio, aunque nunca tan bueno, sino que debe llevarlo al sacerdote; y el sacerdote ofrecería también el cordero del pobre, como el buey del rico.

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