No os contaminéis en ninguna de estas cosas, porque en todo esto se han contaminado las naciones que yo arrojo delante de vosotros.

Ver. 24. Las naciones están contaminadas. ] Y, sin embargo, ¿no se contaminan las Escrituras al prever contra tales inmundicias, como tampoco lo son los rayos del sol al brillar sobre un lago apestoso?

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