No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo al ciego, sino que temerás a tu Dios: yo soy el SEÑOR.

Ver. 14. No maldecirás al sordo. ] Entonces, por analogía, los ausentes que no pueden hablar por sí mismos, o los muertos. De todas las aves, más odiamos y detestamos a los cuervos; y de todas las bestias, los chacales, especie de zorras de Berbería; porque uno excava los sepulcros y devora la carne, el otro saca los ojos a los muertos.

Mas temerás a tu Dios. ] Quien oye y ve todos tus abortos involuntarios, y te contará por todos. Deo obscura clarent, mutante respondiente, silentium confitetur, dice un anciano. La noche se convertirá en mediodía ante Dios, y el silencio resultará una prueba hablada.

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