Que vino Hanani, uno de mis hermanos, él y [algunos] hombres de Judá; y les pregunté acerca de los judíos que habían escapado, los que habían quedado del cautiverio, y acerca de Jerusalén.

Ver. 2. Ese Hanani ] Un hombre amable, según su nombre ( Nomine tu, quin sis natura Gratius, ac te Gratius hoc Christi gratia praestet, Amén), y celoso por su país; que de hecho es el yo de un hombre; y por lo tanto, cuando nuestro Salvador usó ese proverbio, Médico, cúrate a ti mismo, el sentido es, sana a tu país, Lucas 4:23 .

Uno de mis hermanos ] No por raza, quizás, pero seguramente por gracia y lugar; judío, y eso interiormente, y por lo tanto confiado, después de esto, por Nehemías con un gran cargo, Nehemías 7:2 .

Vinieron él y ciertos hombres de Judá ] en algún gran traje, probablemente, para su país; porque hicieron un viaje tan largo y penoso en el invierno, no sin esa resolución romana de Pompeyo en el mismo caso, Necesse est ut eam, non ut vivam. Es necesario que me vaya no que viva. Cualquiera que fuera su negocio, estos hombres tuvieron más éxito que después que Filón el judío y sus colegas tuvieron en su embajada ante el emperador Calígula; quienes los expulsaron con desprecio y no quisieron escuchar sus disculpas contra Appion de Alejandría, su enemigo mortal.

Y les pregunté acerca de los judíos ] La Iglesia era su cuidado; tampoco podía disfrutar de nada mientras estuviera enfermo con Sion. Incluso estaba enfermo de la aflicción de José; y me alegro de haber encontrado a alguien a quien preguntar; les preguntó, no por una picazón por las noticias; sino de un ferviente deseo de saber cómo le fue al pueblo pobre de Dios, para que él cum singulis pectus suum copular, con un solo propósito, habiéndolo atado, como dice Cipriano, regocijarse con los que se regocijan y llorar con los que lloran, Romanos 12:15 , una señal segura de un miembro sano.

Los que quedaron del cautiverio ] Uno de quien bien sabía que era más valioso que una chusma de rebeldes, un mundo de perversos; como los judíos se levantan para decir de esas setenta almas que descendieron con Jacob a Egipto, que eran más valiosas que todas las setenta naciones del mundo además.

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