Te ruego que pasemos por tu tierra; no pasaremos por los campos, ni por las viñas, ni beberemos el agua de los pozos: iremos por el camino del rey, no nos volveremos a la derecha ni a la izquierda, hasta que hayamos pasado tus fronteras.

Ver. 17. No pasaremos. ] Así debería un cristiano hablar del mundo. Pasemos por tu país; No tocaremos ni probaremos tus preocupaciones, sino que pasaremos por el camino del rey, ese buen camino antiguo que Dios nos ha abierto, hasta que lleguemos a la llave de Canaán, en el reino de los cielos.

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