Y entre las ciudades que daréis a los levitas [habrá] seis ciudades de refugio, que designaréis para el homicida, para que huya allá; ya ellas añadiréis cuarenta y dos ciudades.

Ver. 6. Que pueda huir allá. ] Entonces, no todos los pecados son iguales, como sostenían los estoicos; tampoco todos deben ser castigados por igual, como lo eran las leyes de Draco, de alguna manera. Se decía que esas leyes no estaban escritas con negro, sino con sangre, porque castigaban a cada pecadillo casi con la muerte, como holgazanería, robo de hierbas de marihuana, etc. Aristóteles les da este pequeño elogio, que no merecen ser recordados, sino solo por su gran severidad.

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