El hombre de gran ira sufrirá castigo; porque si lo liberas, tendrás que volver a hacerlo.

Ver. 19. Un hombre de gran ira sufrirá castigo. ] El que pone las riendas sobre el cuello y no pone límites a su ira, ya sea para castigar a su hijo o de otra manera, se asegurará de que se lastime por ello: se traerá a sí mismo ya sus amigos una gran angustia. Por tanto, los coléricos deben orar mucho y prevenir todas las ocasiones de ira; ya que Callius y Cotis, porque no se enojarían, quemaron las cartas de sus enemigos antes de que fueran leídas. Lo mismo hizo Pompeyo con las cartas de Sertorio y César con las cartas de Pompeyo.

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