Sé diligente en conocer el estado de tus rebaños, [y] mira bien a tus rebaños.

Ver. 23. Sé diligente en conocer el estado, etc. ] Heb., Sabiendo que conocerás la faz de tus rebaños; aludiendo, por ejemplo, a esos pastores que conocen a sus ovejas por sus rostros, y pueden llamarlas por su nombre, como Juan 10:3

Y mira bien a tus rebaños. ] Heb .: Pon tu corazón en ellos, es decir, sé muy curioso y atento a su bienestar. No dejes todo a los sirvientes, aunque nunca tan fieles; pero supervisa y supervisa los negocios, como lo hizo Booz. Sus ojos estaban en todos los rincones: en los sirvientes, en los segadores, en los espigadores. Se alojó en medio de su cría, no debía aprender que el ojo del amo alimenta al caballo, y el pie del amo ensucia la tierra, a y que Procul a villa sua dissitus, iacturae vicinus, como lo tiene Columela b : está lejos de su agricultura no está lejos de la pobreza.

Y a menos que el amo esté presente, dice el mismo autor, será como en un ejército donde el general está ausente, cuncta officia cessant, todo asunto se verá obstaculizado. Debe ser como la gran rueda para poner todo en marcha, o se hará poco.

"Eις εστι δουλος οικιας ο δεσποτης".

un Arist. Oecon., Lib i. gorra. 6.

b Lib. I. gorra. 1.

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