Perseguí a mis enemigos y los alcancé; ni me volví hasta que se consumieron.

Ver. 37. He perseguido a mis enemigos y los alcancé, etc. ] De David podemos decir, como hizo uno de Julio César, puedes percibir que fue un excelente soldado por su mismo lenguaje; porque escribió con el mismo espíritu con el que luchó. In eo tanta vis, id acumen, ea concitatio, dice Quintiliano sobre los Comentarios de César, ut illum eodem animo dixisse appareat quo bellavit.

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