Que la destrucción venga sobre él sin saberlo; y su red que él escondió se prenda él mismo: en esa mismísima destrucción déjelo caer.

Ver. 8. Que la destrucción venga sobre él sin darse cuenta ] es decir, sobre toda la chusma de ellos, como si todos fueran menos un hombre. O si no, golpea a algún cacique entre ellos. Que su destrucción sea tan repentina como una señal.

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