Los que se sientan a la puerta hablan contra mí; y yo era el canto de los borrachos.

Ver. 12. Los que se sientan a la puerta ] Hombres de autoridad y dignidad, que deberían haber mostrado más gracia y seriedad. Los santos están seguros de enemigos de todo tipo. David fue traducido en reuniones públicas y privadas, seriis et ludicris, sobriis et ebriis.

Y yo era la canción de los borrachos] Heb. de los bebedores de bebidas fuertes; las estacas de cerveza hicieron baladas en su banco de cerveza, de macie mea et miseria. Estos sirvientes destrozan y arrojan mi nombre, como los perros hacen carroña.

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