Llena sus rostros de vergüenza; para que busquen tu nombre, oh SEÑOR.

Ver. 16. Llena sus rostros de vergüenza ] Al confundir sus confidencias y arruinar sus designios. Se prometieron un triunfo, pero les dejaron el lienzo.

Para que busquen tu nombre, oh Señor ] Ut inviti cogantur quis sit tam potens Iehovah rogitare , para que incluso a pesar de sus cabezas se vean obligados a preguntarte por ti. Se cuenta que Senaquerib, después de la destrucción de su enorme ejército en Jerusalén, exigió a algunos acerca de él, ¿cuál podría ser la razón por la que el irresistible Dios del cielo favoreció tanto a la nación judía, como lo había descubierto por triste experiencia? Se respondió que Abraham, de quien descendían, le sacrificó a su único hijo, que compró esta protección para su posteridad.

Si eso lo gana, dice, le perdonaré a dos de mis hijos, para conseguir que esté de mi lado; que Sharezer y Adrammelec, sus hijos, según se enteraron, impidieron su propia muerte por su (Bib. Castal. Tabul.).

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