Ten misericordia de mí, oh Señor, porque a ti clamo todos los días.

Ver. 3. Ten piedad de mí ] Para que nadie, por las primeras palabras (soy santo), sospeche que es un traficante de méritos, él suplica misericordia, con instancias y constancia de petición.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad