Por eso he vuelto a pensar en estos días en hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá: no temáis.

Ver. 15. Así que de nuevo he pensado ] Sic conversus sum. Este cambio no fue en Dios, sino en el pueblo, a quien ahora está resuelto a mostrar misericordia, y eso por un propósito y determinación bondadosos, como no lo cambia.

No temáis ] La fe apaga y mata el miedo desconfiado; pero espantoso pavor la engendra, alimenta, cuida y acaricia.

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