10-12 Timoteo vino a hacer la obra del Señor. Por lo tanto, vejar su espíritu, sería contristar al Espíritu Santo; despreciarlo, sería despreciar al que lo envió. Los que trabajan en la obra del Señor, deben ser tratados con ternura y respeto. Los ministros fieles no tendrán celos unos de otros. Los ministros del evangelio deben mostrar preocupación por la reputación y la utilidad de los demás.

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