10-14 Salomón le dio a Hiram veinte ciudades. A Hiram no le gustaban. Si Salomón lo satisface, que sea en su propio elemento, convirtiéndose en su socio en el comercio, como lo hizo. Vea cómo la providencia de Dios se adapta a esta tierra a los diversos ánimos de los hombres, y las disposiciones de los hombres a la tierra, y todo para el bien de la humanidad en general.

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