13-20 David razonó seria y afectuosamente con Saúl. Aquellos que prohíben nuestra asistencia a las ordenanzas de Dios, hacen lo que pueden para alejarnos de Dios y hacernos paganos. Debemos considerar lo que nos expone al pecado, la mayor lesión que se nos puede hacer. Si el Señor te agitó contra mí, ya sea en desagrado hacia mí, tomando esta forma de castigarme por mis pecados contra él, o en desagrado hacia ti, si es el efecto de ese espíritu maligno del Señor que te perturba; que acepte una ofrenda de los dos. Unámonos en la búsqueda de la paz y para reconciliarnos con Dios mediante el sacrificio.

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