1-23 Aquellos que confían en Dios con su seguridad, deben usar los medios adecuados, de lo contrario lo tientan. Dios proveerá, pero nosotros también debemos hacerlo. Ezequías reunió a su pueblo y les habló cómodamente. Una confianza creyente en Dios, nos elevará por encima del temor prevaleciente al hombre. Que los buenos súbditos y soldados de Jesucristo, descansen sobre su palabra, y digan con valentía, ya que Dios es para nosotros, ¿quién puede estar en contra de nosotros? Por el favor de Dios, los enemigos se pierden y los amigos se ganan.

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