17-21 El rey y la gente se unirían más firmemente, cuando ambos se hubieran unido al Señor. Está bien con un pueblo, cuando todos los cambios que pasan por encima de ellos ayudan a revivir, fortalecer y promover los intereses de la religión entre ellos. Los convenios son útiles, tanto para recordarnos como para obligarnos a cumplir con los deberes que ya nos son obligatorios. Inmediatamente abolieron la idolatría; y, de conformidad con el pacto entre ellos, expresaron la disposición mutua para ayudarse mutuamente. La gente se regocijó, y Jerusalén estaba en silencio. La manera en que las personas pueden estar alegres y en paz es participar plenamente en el servicio de Dios; porque la voz de alegría y acción de gracias está en las moradas de los justos, pero no hay paz para los impíos.

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