8-20 Jeconías reinó solo tres meses, tiempo suficiente para mostrar que sufría justamente por los pecados de sus padres, ya que siguió sus pasos. Su tío fue encargado del gobierno. Este Zedequías fue el último de los reyes de Judá. Aunque los juicios de Dios sobre los tres reyes anteriores a él podrían haberlo advertido, hizo lo malo, al igual que ellos. Cuando aquellos a quienes se les confían los consejos de una nación actúan imprudentemente y en contra de su verdadero interés, debemos notar el desagrado de Dios en ello. Es por los pecados de un pueblo que Dios les oculta las cosas que pertenecen a la paz pública. Y al cumplir los propósitos secretos de su justicia, el Señor solo necesita dejar a los hombres en la ceguera de sus mentes o en las pasiones de sus corazones. La aproximación gradual de los juicios divinos brinda a los pecadores tiempo para arrepentirse y a los creyentes oportunidad para prepararse para enfrentar la calamidad, al mismo tiempo que muestra la obstinación de aquellos que no abandonarán sus pecados.

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