9-18 Moisés recuerda a la gente la feliz constitución de su gobierno, que podría hacerlos a todos seguros y fáciles, si no fuera su propia culpa. Él posee el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham, y ora por el cumplimiento de la misma. No estamos limitados en el poder y la bondad de Dios; ¿Por qué debemos estar limitados en nuestra propia fe y esperanza? Se les dieron buenas leyes a los israelitas, y los hombres buenos debían velar por su ejecución, lo que les mostró la bondad de Dios y el cuidado de Moisés.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad