1-4 Moisés llega a los estatutos que debía impartir a Israel y comienza con aquellos que se relacionan con la adoración de Dios. Se les ordena a los israelitas que no introduzcan los ritos y prácticas de los idólatras en la adoración de Dios, ni siquiera bajo el pretexto de mejorarla. No podemos servir a Dios y a las riquezas; ni adorar al Dios verdadero y a los ídolos; ni depender de Cristo Jesús y de confianzas supersticiosas o autojustificantes.

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