22-28 La idolatría sería la ruina de su nación. No es algo nuevo que Dios traiga juicios desoladores sobre un pueblo cercano a Él en profesión. Nunca lo hace sin una buena razón. Nos concierne buscar la razón para que podamos dar gloria a Dios y tomar advertencia para nosotros mismos. Así, la ley de Moisés deja a los pecadores bajo la maldición y arrancados de la tierra del Señor, pero la gracia de Cristo hacia los pecadores arrepentidos y creyentes los planta nuevamente en su tierra; y ya no serán arrancados, pues son guardados por el poder de Dios.

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