1,2 La construcción del templo se detuvo hace unos quince años. Luego tuvieron dos buenos ministros, que los instaron a continuar con el trabajo. Es una señal de que Dios tiene misericordia reservada para un pueblo, cuando levanta a los profetas para que sean ayudantes en el camino y la obra de Dios, como guías, supervisores y gobernantes. En Hageo, vemos qué grandes cosas hace Dios por su palabra, que él magnifica sobre todo su nombre, y por su Espíritu trabajando con ella.

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