23-30 Se debía hacer una mesa de madera recubierta de oro para colocarla en el tabernáculo exterior, siempre provista con los panes de la proposición. Esta mesa, junto con los objetos que contenía y su uso, parece simbolizar la comunión que el Señor mantiene con su pueblo redimido en sus ordenanzas, las provisiones de su casa y los banquetes de los que disfrutan. También simboliza el alimento para sus almas, que siempre encuentran cuando tienen hambre de él, y el deleite que él siente por sus personas y servicios, presentados ante él en Cristo.

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