30-32 El Señor juzgará a cada uno de los israelitas según sus caminos. En esto se basa una exhortación a arrepentirse y hacer de ellos un nuevo corazón y un nuevo espíritu. Dios no ordena lo que no se puede hacer, sino que nos exhorta a hacer lo que está a nuestro alcance y a rezar por lo que no. Se nombran ordenanzas y medios, se dan instrucciones y promesas, para que quienes deseen este cambio puedan buscarlo de Dios.

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