21-24 Observa el agradecido ofrecimiento del rey de Sodoma a Abram, dame las almas y toma la sustancia. La gratitud nos enseña a recompensar al máximo de nuestro poder, aquellos que han sufrido fatigas, corren riesgos y han estado a expensas de nuestro servicio y beneficio. Abram rechazó generosamente esta oferta. Acompaña su rechazo con una buena razón, para que no digas que he enriquecido a Abram: lo cual se reflejaría en la promesa prometida y el pacto de Dios, como si no hubiera enriquecido a Abraham sin el botín de Sodoma. El pueblo de Dios debe, por el bien de su crédito, prestar atención a cualquier cosa que parezca mezquina o mercenaria, o que tenga el sabor de la codicia y la búsqueda de sí mismo. Abraham puede confiar en el poseedor del cielo y de la tierra para proveerlo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad