1-5 Dios se opondrá a la ayuda buscada de los trabajadores de la iniquidad. Los pecadores pueden ser condenados por locura por verdades claras y evidentes, que no pueden negar, pero que no creerán. No hay escapatoria de los juicios de Dios; y el mal persigue a los pecadores. El Señor de los ejércitos descenderá para luchar por el monte Sion. El León de la tribu de Judá aparecerá para la defensa de su iglesia. Y a medida que los pájaros se ciernen sobre sus crías para protegerlos, con tanta compasión y afecto el Señor de los ejércitos defenderá a Jerusalén. Lo defenderá tanto como para garantizar su seguridad.

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