7-15 Los sacerdotes y profetas acusaron a Jeremías de merecer la muerte, y dieron falso testimonio contra él. Los ancianos de Israel vinieron a investigar sobre este asunto. Jeremías declara que el Señor lo envió a profetizar así. Mientras los ministros se mantengan cerca de la palabra que tienen de Dios, no deben temer. Y aquellos que son muy injustos se quejan de los ministros por predicar sobre el infierno y la condenación; porque es por un deseo de llevarlos al cielo y la salvación. Jeremías les advierte de su peligro si continúan contra él. Todos los hombres pueden saber que herir o matar, o mostrar odio a sus fieles reprobadores, acelerará e incrementará su propio castigo.

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