1-8 Los levitas esperaron hasta que las otras tribus fueran atendidas, antes de preferir su reclamo a Josué. Construyen su reclamo sobre una muy buena base; no sus propios méritos o servicios, sino el precepto divino. El mantenimiento de los ministros no es algo que le quede solo a la voluntad del pueblo, para que puedan dejarlos morir de hambre si lo desean; los que predican el evangelio deben vivir por el evangelio y deben vivir cómodamente.

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